28 de Enero de 2021
Palabras Carlos Barsallo.
Presidente Junta Directiva Transparencia Internacional Panamá.
El 24 de enero de 2020 cuando se presentó el Índice de Percepción de la Corrupción de 2019 de Transparencia Internacional, además de listar los elementos concretos que debíamos tener en cuenta ,y lo que podemos hacer para mejorar en este Índice, decíamos y cito: “Hay que seguir insistiendo, colaborando, contribuyendo por mejorar, es un deber de todo ciudadano. Debemos todos ser ciudadanos. Y debemos tener un plan concreto y un objetivo. Por ejemplo, en todos los puntos que mide el Índice de Percepción de Corrupción, hacer los cambios necesarios para que en la próxima medición se den novedades relevantes y no sea un déjà vu, con peligro a la baja.”
La entonces próxima medición ya se dio y estos son los resultados del 2020:
Dos cosas deben quedar claras de estos resultados:
1. No es un asunto del gobierno de turno. Los gobiernos de turno son actores temporales con enormes responsabilidades, pero es un problema que va más allá del gobierno. La data de la última decada así lo demuestra.
2. No es una maldición que no podamos superar. Otros lo han hecho. Por ejemplo, Maldivas pasó de 29 puntos en 2019 a 43 en 2020 y de la posición 130 a las 75. Panamá si su sociedad lo quiere, lo puede hacer.
Los resultados que vemos hoy son el reflejo que como nos ven o perciben desde afuera en 7 de las encuestas de expertos que se usan para Panamá, de las 13 fuentes de datos que sirven para construir el Índice de Percepción de Corrupción tabuladas por Transparencia Internacional. Estas fuentes incluyen por ejemplo:
En este último, el Índice de Estado de Derecho recién publicado, en Panamá marca 15 de 30 en ranking regional. 63 de 128 en el ranking global. En indicadores como por ejemplo:
Es importante indicar qué se mide en este índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. Se mide únicamente lo siguiente:
De estos 3 temas, son múltiples los casos que se conocen en Panamá:
No se mide:
Me decía un colega: La pandemia de la corrupción lamentablemente no tiene vacuna y complica la viabilidad de nuestras sociedades.
Mi comentario es que se requiere una mayor indignación e intolerancia ciudadana a la corrupción. Esos son los anticuerpos. El catalizador puede ser la pandemia. Las muertes producidas, las pérdidas sufridas, de todo tipo, han podido ser menores de ser menor la corrupción. La recuperación económica de las mayorías podrá ser más rápida y mayor, de ser menor la corrupción. Si no es ahora, es difícil pensar cuando será que el panameño reaccione ante este monstruo que crece en sus narices y que está pronto a devorarlo.
Muchas gracias. Carlos Barsallo.